miércoles, 11 de noviembre de 2015

Promovamos el desarrollo sustentable.

La idea es simple: administremos los recursos para satisfacer nuestras necesidades sin comprometer que las generaciones futuras satisfagan las propias. Me surgen algunas preguntas: ¿cuáles serán la necesidades de las personas del futuro? ¿Cómo desearán satisfacerlas? ¿Qué recursos necesitarán para ello?
Podemos pensar en algunas necesidades obvias: comida, higiene, salud. Pero conocerlas no implica saber cómo serán satisfechas: las necesidades de salud actuales no eran ni siquiera sospechadas hace cincuenta años. ¿Cómo imaginar que un video juego podía deformar los dedos de los jugadores? ¿Cómo pensar en que la abundancia de medios de transporte y comida causarían obesidad?
Y quedan las nuevas necesidades: hace cincuenta años no se tenía idea alguna de la Internet ¿Cómo se hubiera pensado en dejarnos recursos para satisfacer nuestras necesidades de comunicación? Los abuelos hubieran pensado en heredarnos un montón de hojas blancas y muchos sobres y timbres postales. Nosotros, en contratar una conexión eterna a la Red para nuestra familia. Tan inutil una como otra.
Entonces, ¿cómo promovemos el desarrollo sustentable? Si no conocemos las necesidades del futuro, ¿qué hacemos? Parece que la tendencia es utilizar los recursos mínimos necesarios para nosotros y dejar los demás para el futuro. A falta de saber qué se va a necesitar, dejamos lo más que podemos. Y que se desata la polémica: ¿Cuánto es lo mínimo que necesitamos?
Para cualquiera que considere la rapidez, comodidad e independencia de movimiento como algo indispensable, los automóviles serán necesarios sin importar las necesidades de sus descendientes. Quien piense de otra forma, podrá considerar el uso de bicicletas o transporte público. Lo mismo para todo: comunicarse es una necesidad; pero para algunos cambiar de celular frecuentemente es parte de la comunicación. ¿Comer? Los alimentos que más recursos requieren para su producción son las carnes; no conozco muchas personas que estén dispuestas a dejar de comerlas para preservar los ecosistemas.
Y somos bastante tajantes, e inconscientes, en algunas cosas: si estamos acabando con los yacimientos de petróleo mundiales, nuestros descendientes jamás usarán combustibles fósiles. Podrán documentar cómo acabamos nosotros con el recurso y, tal vez, basados en los conocimientos que les dejemos, podrán tener otras formas de energía menos abundantes. Pero ingenieros petroleros no habrá muchos en los próximos siglos.
En nuestro descargo de conciencia, suponemos que los conocimientos que dejemos, el conocimiento científico que acrecentamos cada día, será suficiente para nuestros descendientes. El problema es que hoy poseemos el mayor cúmulo de conocimientos de la historia humana y, al mismo tiempo, el planeta más degradado. ¿Será suficiente el conocimiento científico? Porque, seamos claros: saber que vamos a morir y poder predecir cómo será, no nos hace inmortales. Existe la posibilidad de que nuestros descendientes vean cómo y por qué se van a extinguir sin poder evitarlo.
Entonces el desarrollo sustentable pasa por desconocer el desarrollo y las necesidades de nuestros descendientes y por la esperanza de que apretarnos el cinturón es suficiente. Es ahí donde empiezo a ver con interés a los gobiernos, a veces llamados represivos, que hacen a un lado el derecho de las personas a decidir sobre su futuro y empiezan a promulgar leyes contra su desarrollo o su libertad de decisión: es obvio que sólo por voluntad propia nadie se aprieta el cinturón lo suficiente.
Tal vez, y sólo tal vez, el desarrollo sustentable pase por un gobierno autoritario; donde el bienestar de personas que no han nacido sea igual de importante que el de la actual población.
Escrito el 2 de Febrero de 2015.

1 comentario:

  1. Citando una frase de Thomas Jefferson: "si dejamos que el gobierno nos diga cuanto debemos cultivar, pronto nos faltará el grano" y bueno creo que uno de los ejemplos más palpables de vieja y nueva generación pasa en las familias actuales: padres que por hacerles una vida más sencilla a los hijos, los han vuelto seres sin enfoque e incapaces de tener disciplina" si nuestros padres no hubieran sido estrictos con nosotros... dónde estaríamos ahora

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