viernes, 11 de septiembre de 2015

¿Qué prefieres: pagar tu jubilación o tu casa?

Al principio pensé que era un problema personal: no quería sentar cabeza, no tenia un buen empleo, deseaba disfrutar de la juventud o algo similar.
Pero tuve que desechar todas y cada una de esas hipótesis. Ante mis ojos han desfilado decenas de noticias sobre la crisis de pensiones: el gobierno mexicano no tiene dinero para pagarles a sus jubilados. Para evitar que el problema siguiera creciendo inventaron las Afores: sistemas de inversión que pagarán con sus pocas o muchas ganancias la jubilación de cada persona. Si durante los treinta y cinco años de tu vida laboral además de tener un patrón que aporte a tu Afore, tú dedicas parte de tus ingresos a incrementar el monto de inversión y vigilas que tenga buenas ganancias, tal vez tengas un retiro modesto. Y, ojo: tal vez suceda que no vas a tener todos los ingresos de tu vida laboral; sólo una parte.
¡Esto sí es una brecha generacional! Aquello de que escuchamos música diferente, de que no vestimos igual o de que “en mis tiempos eso no se veía”, son pequeñeces. Tener que responsabilizarse de su jubilación es algo de lo que no se puede hablar con un jubilado: es claro que entienden el problema, no es algo complicado; pero no tienen ningún aliciente para preocuparse. Ellos podrán cobrar cada quincena sin haberse preocupado de ver los rendimientos de su inversión durante su vida laboral.
Por otro lado, está la compra de una casa. Se supone que después de trabajar durante diez o quince años, se puede pensar en que ya se tiene la estabilidad suficiente como para comprarla. Lástima que vivir en una casa de interés social oyendo a los vecinos de ambos lados no sea algo que me atraiga. Y doblemente lástima porque, para comprar una casa así, frecuentemente es necesario conseguir un préstamo, y empieza otra vez el mismo cuento: si tienes aportaciones propias o de tu patrón a tu cuenta del IMSS, entonces podrás aspirar a un crédito para vivienda.
¿Cuántas personas están dadas de alta en el seguro social con su salario real? No lo sé, pero por lo que he leído y escuchado, son muy pocas.
Y por lo que he visto, son poquísimas. Cada vez que he conocido a una persona de menos de cuarenta años que está estrenando casa, el crédito lo obtuvieron sus padres o tíos. Y los padres o tíos pueden destinar el crédito ganado con 30 años de trabajo a la compra de la casa del hijo porque ellos vivieron y heredaron la casa de los abuelos.
Dicho de otra forma: no conozco a una persona que sin tener empleo en Universidades o gobiernos, sin ser director de una empresa, sin tener una herencia, es decir, sólo con su trabajo, pueda garantizar su jubilación y comprar una casa antes de los cuarenta años.
¿Y de dónde la obsesión de los cuarenta? ¿Por qué no esperar a los cincuenta años para arreglar todo? No es mi caso, pero generalmente las personas quieren tener hijos y los van a tener antes de los cuarenta para evitar problemas de salud durante el embarazo o de falta de energías durante la infancia y adolescencia. Los cuarenta años son sólo la referencia para quienes quieran procrear y, por lo tanto, necesitan una casa donde criar y una jubilación evitando ser una carga para sus hijos.
Al tener que decidir entre la jubilación y la casa, elegí la primera. Porque no sé si voy a trabajar toda la vida en la misma ciudad, porque no voy a tener las mismas necesidades durante la vida laboral que durante  la vida como jubilado y porque con un ahorro se puede comprar una casa, pero con una casa difícilmente se puede tener un ahorro. De tener hijos me olvidé.
Escrito el 27 de Julio de 2014.

2 comentarios:

  1. Un análisis muy certero: ya son 3 cosas a elegir, casa, hijos o jubilación.
    Tienes que tener un buen empleo y para ello te ayuda una universidad de prestigio (no en todos los casos, pero muchas empresas son asi) entonces, préstamo universitario... lo acabas de pagar a los 30 si bien te va, de ahí, si te casas y decides hacer boda, de esos gastos sales en 2 o 3 años, vienen los hijos o la casa y lo más seguro es que los 45 años te agarren endeudado hasta el cuello y ya eres mano de obra de tercera, es muy triste.

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  2. Un análisis muy certero: ya son 3 cosas a elegir, casa, hijos o jubilación.
    Tienes que tener un buen empleo y para ello te ayuda una universidad de prestigio (no en todos los casos, pero muchas empresas son asi) entonces, préstamo universitario... lo acabas de pagar a los 30 si bien te va, de ahí, si te casas y decides hacer boda, de esos gastos sales en 2 o 3 años, vienen los hijos o la casa y lo más seguro es que los 45 años te agarren endeudado hasta el cuello y ya eres mano de obra de tercera, es muy triste.

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