lunes, 21 de septiembre de 2015

Esclavitud.

Las máquinas, y no el humanismo, abolieron la esclavitud. Una hipótesis interesante para considerar, de la cual desconozco trabajos históricos que la aborden, la leí en www.historiasdelaciencia.com. El planteamiento es muy sencillo de entender y se basa en la causa raíz de la esclavitud: la economía.
Los esclavos se necesitaban para hacer trabajo. Así fuera para edificar pirámides o para producir cosechas, hacían trabajos sin un pago, únicamente consumiendo algo de comida. Dado que no era necesario darles una retribución económica y hacían trabajo físico, en su mayoría, repetitivo y para nada creativo, la actividad económica podía desarrollarse con márgenes de ganancia o con riesgos mayores por parte de los dueños.
Sin retribución económica, trabajo físico repetitivo, nula creatividad. Parece la descripción del trabajo de un motor. ¿Puede utilizarse un motor para sustituir a un hombre en estos trabajos? Sí, es obvio. ¿Existen ventajas económicas al hacerlo? Sí: el cuerpo humano transforma en energía para el trabajo sólo el 20% de la que consume con alimentos; un motor del siglo XIX tenía eficiencias del 40% y 50%. Más del doble, sin considerar el cansancio del capataz por los latigazos. Incluso había ahorros en cuanto a cuidados: los motores no huyen de sus dueños.
Cierto es que existían argumentos para justificar la esclavitud. Los indígenas no tienen alma, decían los españoles en México. Los negros van a darse a los vicios, decían los blancos en Luisiana. El darwinismo social buscaba justificar la esclavitud: las sociedades compiten entre sí tal y como hacen las especies, el resultado “natural” es que unas dominen a otras.
Pero es claro que los argumentos sólo se sostienen por la realidad: por muy convencido que se encuentre un esclavista de sus argumentos, el ahorro en la producción lo lleva a sustituir a los esclavos por motores y a olvidar aquellos.
Es cierto que los motores tienen algunas desventajas: es necesario tener conocimientos de mecánica para mantenerlos funcionando, y no se reproducen. Pero el incremento de su eficiencia y lo predecible de su comportamiento suplen con creces sus deficiencias. Incluso se puede educar a algunos antiguos esclavos para hacer el trabajo de mantenimiento de varios motores; el costo se justifica con el aumento de la producción.
Todo lo anterior es sólo una parte del problema de la esclavitud. El argumento de los motores más eficientes pudo ser la opción para abrazar los argumentos de derechos humanos universales. Si la mayoría de los seres humanos toman decisiones basados en sentimientos, los argumentos técnicos o económicos no deberían de haberlos convencido de abolir la esclavitud de la noche a la mañana. Pero los motores sí revolucionaron las formas de producción, y eso se debe tener en cuenta cuando se habla de cambiar de un modo de producción esclavista a uno industrializado.
Por último, una idea propia: actualmente existe esclavitud, se trata de trabajos que no pueden hacer los motores, se llama comercio sexual. Creo que podemos considerar la posibilidad de que el desarrollo de robots con fines sexuales terminará dejando fuera del contexto económico la trata de seres humanos. Estoy consciente de que sería mucho mejor eliminar dicho comercio mediante regulaciones, que se diera en un marco leal y sin abusos. Sin embargo, un robot tiene varias ventajas, empezando por la nula posibilidad de transmisión de enfermedades y la posibilidad de venderse como cualquier máquina.
Es cierto que la sexualidad es un acto humano, entre humanos mayoritariamente; es cierto que implica sentimientos y no sólo actividad física. Pero eso no es lo que buscan quienes que pagan por sexo. Ellos buscan tener un rato de diversión, y si una máquina puede proporcionar esa diversión, no veo por qué desecharían la opción.
Escrito el 10 de Agosto de 2014.

2 comentarios:

  1. Una hipótesis muy interesante, especialmente si la comparamos con el fenómeno de la lavadora: las amas de casa, dejaron de estar esclavizadas a su casa y pudieron salir al mundo cuando este electrodoméstico se volvió accesible.

    Sobre el comercio sexual, aún en sociedades como la Alemana, en la que está reglamentado y vigilado se dan casos de abuso (el ser humano siempre depredará en lo que se deje o no).
    Un fenómeno curioso, en Japón cuando se pusieron de moda las muñecas de silicón sexuales, los prostíbulos especializados en estas tenían trabajadoras humanas que "calentaban" al cliente antes de pasar con la muñeca de silicón alquilada.
    y finalmente me pregunto cuando veremos una cherry 2000 o una Pris

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  2. Una hipótesis muy interesante, especialmente si la comparamos con el fenómeno de la lavadora: las amas de casa, dejaron de estar esclavizadas a su casa y pudieron salir al mundo cuando este electrodoméstico se volvió accesible.

    Sobre el comercio sexual, aún en sociedades como la Alemana, en la que está reglamentado y vigilado se dan casos de abuso (el ser humano siempre depredará en lo que se deje o no).
    Un fenómeno curioso, en Japón cuando se pusieron de moda las muñecas de silicón sexuales, los prostíbulos especializados en estas tenían trabajadoras humanas que "calentaban" al cliente antes de pasar con la muñeca de silicón alquilada.
    y finalmente me pregunto cuando veremos una cherry 2000 o una Pris

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