domingo, 1 de febrero de 2015

Geografía. Parte II.

-¿Ya regresaste de tu viaje al Sureste?
-Sí, ya regresé del noreste del D.F.
-Y ¿cómo te fue?
-Bastante bien, pero me acordé de ti cuando pasaba por la carretera cerca del Nauhcampatépētl, cuando ya tenía a la vista el Citlaltépetl.
-¿Por qué?
-Porque todos sabemos que el Citlaltépetl es la montaña más alta del país, pero en algún momento del viaje el Nauhcampatépētl se veía mucho más.
-Eso es por la cercanía al segundo y la lejanía del primero, pero también por la curvatura de la Tierra.
-Ambas cosas las intuí, pero sospecho que la curvatura del planeta puede darnos más sorpresas.
-Por supuesto, imaginemos: en una cancha, caminemos sobre un cuadrado: tres metros al frente, tres a la derecha y dos veces más a la derecha. Regresamos al mismo punto.
Ahora incrementemos todo: la capacidad de movernos con un avión y la distancia en miles de kilómetros. Si volamos tres mil kilómetros al norte, este, sur y oeste, en la mayoría de los casos no llegamos al mismo punto. Estaremos al este del punto de salida si empezamos en el hemisferio norte y al oeste si despegamos del hemisferio sur.
Esto se debe a la curvatura de la Tierra: cuando viajamos en dirección este u oeste, lo hacemos yendo paralelos al Ecuador. Pero en dirección norte o sur viajamos sobre los meridianos que se juntan en los polos, pero que tienden a separarse cada vez más hacia el Ecuador.
Sin embargo, es importante insistir en que esto pasa en la mayoría de los casos, pero no en todos. Si nos encontramos a mil quinientos kilómetros al Sur del Ecuador y hacemos el viaje descrito, llegaremos al mismo punto. Exactamente igual que en la cancha. Esto se debe a que viajamos la misma distancia al norte y al sur del Ecuador, y la separación de los meridianos al inicio se compensa con la unión de los mismos después.
Por ejemplo, imaginemos un vuelo de exploración geográfica:
Salimos del Estado de México, de un pueblito que se llama Santa María la Loma.
Volamos 1046 km al este para llegar a otro pueblito: Tenabo, en Campeche.
De ahí volamos al norte 1113 km hasta llegar a Nueva Orleáns.
Recargamos combustible y volamos otros 1046 km al oeste para llegar a un páramo perdido en Texas que se llama Dolan Creek.
En ese punto doblamos al sur y volamos 1113 km hasta llegar a Acámbaro, Guanajuato. Al este de Santa María la Loma.
-Me queda la impresión de que la mayoría de la gente no tenemos claro qué planeta pisamos.
-No, no pensamos mucho en ello.
Escrito el 13 de Abril de 2014.

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